El mural de zapata, el guiaré y el taxi, son el marco de inicio, luego inmediatamente te consigues a un re vendedor, ya entras en juego, grada, grada, dice sin cesar, a como mi pana, dame 40, no vale, y tribuna tienes algo, noooo eso esta como a doscientas lucas men.
En ese momento empezó el juego, un juego que dentro de si tenia un partido de béisbol, el Caracas Magallanes, luego gorras, camisas, grada, grada, uniformes, policías, corrupción, pasión, entusiasmo y ganas, negociación ticket y a dentro.
Gente, y mas gente…. hambre, la solución es Milagros, de pronto me doy cuenta que lo que esta sucediendo a mi alrededor no es mas que un derroche de esencia de identidad de ser venezolano, empieza con una Pelua, el sabor de la mechada con la preparación típica, que es la perfecta combinación de Ajis, que le acentúa el toque venezolano, con cebolla pimentón y demás secretos entran en mi boca y se atreven a devastar como un tornado las sensaciones de mis papilas gustativas…. Ummmm, uno no va al universitario a degustar propuestas gastronómicas, yo no fui al universitario a eso, pero me estaba sucediendo, un sabor especial que invoca a sabores de infancia de adolescencia de juventud de actualidad que invoca placeres… disfrutaba la comida en silencio no le decía lo que sentía hablaba y veía a cientos de personas amontonadas en este lugar junto a mi pidiendo milagros, y milagros concedía placeres sensoriales….
No basta uno, dos y luego sentí que podía llegar a la reina ella que se veía desde lejos siempre al lado izquierdo del rey…. Pedí el milagro subí mi cabeza exclame a los cielos … Milagro, Milagro una reina… si vi la reina y la exclame, la pedí.. La quería hacer mía… volví a exclamar milagros, milagros una reina… Ella me escucho e hizo llegar a mis manos la suavidad y ternura con su visual de piel blanca casi rasa aria solo con algunas finas lonjas como ropa intima de color verde… me atreví a que mis labios sintieran su gusto… no aguante la sensación de hacerla mía…. Y la hice mía… la mordí.. la deguste… una vez mas amalgame mis papilas gustativas y no pude sentir mas que una expresión de ummmmm… excelso sabor, solo tu lo puedes hacer mi reina… reina pepiada… solo tu a través de los milagros.
Después de una extrema sensación de sabores y gustos… ticket por favor, dale.
Entras, vez es intenso lo que el béisbol genera al Venezolano, nerviosismo, miedo, necesidad de búsqueda de esperanza, los fanáticos del caracas buscaban entre si apoyo común para tener la esperanza de que aun su equipo no estaba fuera, veías gentes, niños, padres, jóvenes, todos con una identificación de su equipo, alguien andaba con la sirena del buque, que no es cualquier cosa andar con ello en el estadio con una batería de carro a cuestas… pero que importa si lo haces para la gente, para tu equipo, lo haces para ti..
Las incidencias del juego lo pueden leer en www.meridiano.com.ve o en cualquier diario de su preferencia, lo que paso en las tribunas, lo tienen que vivir, estar allí… que caracas esta obligado a perder con Magallanes porqué Chávez le dijo a Cisneros que le quitaba la concesión si ganaban, y miles de cuentos con la gente bella, dopamina, ángeles caídos del cielo o del infierno, familias gente disfrutando y compartiendo sin ningún destello de malas vibras.
Termina el juego, caras tristes largas… muchas mas felices y satisfechas…. Nos vamos al segundo plato….
En las mercedes sobre una masa de caraquitas y magallaneros se esconde un vendedor perros calientes, PAPÁ… llegas y escuchas… uno con todo sin cebolla con doble papita, donde esta la que pica, y la de tocineta, pana dame una hamburguesa no pana pero no le pongas asfalta. Dame cuatro con todo vieja.
Luego de vuelta a casa…. Cierra el juego… donde la diversión fue máxima los placeres estuvieron explotados y la felicidad extrema..
Gracias Negro.
